Justicia Nuestra

El desierto y el yermo se alegrarán, y se regocijará el Arabá y florecerá como el azafrán; florecerá copiosamente y se regocijará en gran manera y gritará de júbilo. La gloria del Líbano le será dada, la majestad del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la majestad de nuestro Dios. Isaias 35:1-2

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LA CENA DEL SEÑOR

"Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor" "Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga." (1a. Co.11:20,26 LBLA)

 

INTRODUCCION


El Señor Jesucristo dio instrucciones a sus Apóstoles de que se enseñara a los discípulos a guardar todo lo que ÉL mandó (Mt. 28:20  2 P. 1:19); además, dejó la garantía que el Espíritu Santo recordaría todo lo que dijo (Jn.14:26).  De esta manera en la Biblia encontramos dos ordenanzas dadas por el Señor: el Bautismo en agua (Mt. 20:19) y la Cena del Señor (Lc. 22:19).  La Cena del Señor es también llamada Santa Cena en atención a su solemnidad y que el participante deberá hacerlo buscando el rostro del Señor (1 Co.11:28), y la oportunidad de ser ministrado a través de un cambio de genética.

 

DESARROLLO


UN EJEMPLO EN EL ANTIGUO PACTO,  Éxodo 12: Se encuentra en el Antiguo Testamento, ejemplos para la vida espiritual (1 Co. 10:11).  Uno de ellos es la fiesta de la Pascua (del griego Pesaj que quiere decir pasar por alto, gozo, alegría (Strong 6452)).  Las instrucciones que el Señor dio a Israel para celebrarla incluían:

 

Matar un cordero por familia (v.3-4),

El cordero debería ser sin defecto (v.5),

Impregnar parte de la sangre en los postes y dintel de las puertas de las casas (sólo la primera vez v.7),

Comerlo completamente pasado por el fuego (v.10), con pan sin levadura y hierbas amargas (v.8), y

Debía hacerse con fe; ceñidos los lomos, sandalias en los pies y cayado en mano (v.11).

 

Estas instrucciones enseñan respecto a la actitud que debía adoptar el pueblo, en lo personal y colectivo (v. 47). Los participantes fueron bendecidos con liberación (v. 51).  Esta fiesta tenía un significado hermoso: el recordatorio de haber sido libres por el Señor con mano poderosa, de  la  esclavitud  de  Faraón  en   Egipto (Ex. 13:14).   Es una fiesta ordenada para el pueblo de Israel (Ex. 13:10).    La Biblia nos enseña que ahora tenemos un MAYOR PACTO CON MEJORES PROMESAS (He. 8:6), por ello ahora la Iglesia de Cristo no celebra la Pascua, porque Cristo es su Pascua (1 Co.5:7).

 

EN EL NUEVO PACTO: Fue en el Nuevo Testamento que el Señor estableció la Santa Cena, como recordatorio de su sacrificio por nuestros pecados:

JESUCRISTO EL CORDERO DE DIOS: Dios prometió a Abraham que se proveería a sí mismo de un cordero (Gn. 22:8).   Cuando Jesús vino al profeta Juan el Bautista, éste lo identificó como "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn. 1:29).   Antes de ir a la cruz, el Señor Jesús se reunió con sus discípulos (Mt. 26:20), para celebrar la fiesta de la Pascua; aquí, incorpora el pan y el vino, estableciendo de ésta forma un pacto nuevo, BASADO EN SU CUERPO Y SU SANGRE (Mt. 26:26-27), mostrando los planes de bendición de Dios para su pueblo: la liberación de la esclavitud del pecado a través del sacrificio del Hijo Jesucristo (1 Co. 15:57).

DIOS ES UN DIOS DE PACTOS: A través de la Biblia encontramos que Dios hace pactos con el hombre para bendecirlo: Noé (Gn. 9:9), Abraham (Gn.17:2, 7); también vemos que el hombre también hace pactos: Booz y su pariente (Rut 4:4-6).   Los pactos eran garantizados con diversas prendas o elementos: el Arco iris a Noé (Gn. 9:12-13), la circuncisión en Abraham (Gn.17:10,13) y la sandalia entregada a Booz (Rut 4:7-8).   El  Nuevo  Pacto        (2 Co. 3:6), hace cercano al pecador (Ef. 2:12-13) y hace viejo al pacto anterior (He.8:13), es garantizado (Ga.3:15) con la sangre de Cristo (1 P.1:18-19; He.10:29; Ap.1:5).   La sangre derramada por el Cordero de Dios para la remisión de los pecados es el Nuevo Pacto (Mt.26:28), es el pacto del perdón de pecados, de la paz con Dios (Ro.5:1).

 

LA CENA DEL SEÑOR, Mt.26:17-39; Mr.14:12-26; Lc.22:7-20; Jn.13:1-30; 1 Co.11:23-34; Jn.6:48-66.

FUE ESTABLECIDA POR JESÚS: La noche que fue traicionado, el Señor la estableció "haced esto en memoria de mi" (Lc.22:19), lo cual es revelado al Apóstol Pablo (1 Co.11:23).   Es una ordenanza, un mandato que se debe obedecer (Mt.28:20; Jn.8:31; 1Jn.3:22).

LOS ELEMENTOS: EL PAN Y EL VINO: En este acto se participa simbólicamente, no literalmente, de la carne y de la sangre del Señor (Jn. 6:52-56).  Cuando muchos discípulos del Señor no comprendieron adecuadamente esta enseñanza, se apartaron (Jn. 6:60,66), por eso el Apóstol Pablo invita a discernir el cuerpo del Señor al tomar el pan y el vino (1 Co.11:29).

 

El Pan, Lc.22:19. El Señor dijo que Él era el pan vivo que descendió del Cielo (Jn. 6:51). En Juan 6 habla de su carne, su cuerpo: que es verdadera comida (del griego brosis = comida, alimento (Strong 1035).  Cuando el Señor dice "esto es mi cuerpo que por vosotros es partido, dado", enseña el simbolismo, la sustancia del acto, por lo que hablamos de consubstanciación (realidad de Cristo en el acto no en los elementos).     Simboliza la comunión horizontal, la comunión con los hermanos, que siendo muchos, somos parte del cuerpo místico de Cristo que fue partido (1 Co.12:12) y que para estar en Él, debemos amarnos los unos a los otros (1 P.1:22); también nos recuerda que ya no somos huérfanos, sino hijos de Dios (Jn.14:18; 1Jn.3:1; He.12:9).

 

El Vino, Mt.26:27-28. La sangre (haima `Strong 129`), es esencia de la vida (Lv.17:11) y el Señor la presentó como verdadera bebida (posis `Strong 4213`): bebida, representado en el jugo de las uvas o vino),  Él dijo "esto es mi sangre", la cual es derramada para vida.  Representa la comunión vertical con el Señor, ya que la sangre derramada significa perdón de pecados (He.9:22), y paz del hombre para con Dios (2 Co.5:19) por la cual se tiene entrada al Lugar Santísimo donde está el trono de la gracia (He.4:16).

 

ES SÓLO PARA LOS SUYOS: En Éxodo 12:43,48 se prohibía que los extranjeros participaran de la Pascua, excepto que se circuncidaran; posteriormente el Señor Jesús sirvió la Cena a los discípulos (Mt.26:25-30) los cuales al escuchar que alguien traicionaría a Jesucristo le preguntan ¿Seré yo Señor? (Mt.26:22), porque aunque reconocían el señorío de Jesús sobre sus vidas, manifiestan el temor de ser traidores, lo que enseña que no es para perfectos, sino para ser llevados a la perfección (Jn.6:54; Fil.1:6).

 

PROPÓSITOS:

Recordar la Muerte y Resurrección del Señor, 1 Co.11:24. El alma es susceptible de olvidar las bondades de Dios (Sal.103:2), por lo que el objetivo de la Cena es recordar el sacrificio del Señor en la cruz (Fil.2:8) para mantener viva la esperanza (Ro.5:2) y estar apartados para Él (1 Jn.3:3).

Tener Vida Eterna en Sí Mismos, Jn. 6:51,53. Al     juzgarse    a   sí mismo en la  Santa  Cena (1 Co.11:28), debemos despojarnos de lo que no conviene y/o desagrada a Dios y para que Él nos limpie (1 Jn.1:9).  Cuando comemos la Santa Cena estamos comiendo a Cristo y su vida (Zoe) está en nosotros (Jn.6:57).

Tener Comunión con Dios: Conduce a buscar la limpieza del alma y si se permanece firme, se tiene la vida de Él (Jn.6:56).

Fortalecerse, Sanar y Tener vida, 1 Co.11:30. Las consecuencias de no tomar la Cena en la comprensión y actitud espiritual adecuada son: debilidad, enfermedad espiritual y física, y hasta muerte física, es por ello que al participar de la Cena como agrada al Señor, da bendiciones como: fortaleza, sanidad tanto espiritual como física y vida física adicional.

Tomar su Imagen: En la sangre está contenida la genética, por ello los hijos se parecen a los padres (Gn.5:3), al participar de la sangre se esta introduciendo la genética Divina en nuestra vida (Ef.3:16), para despojarnos al viejo hombre (Ef.4:22) y así tomar la imagen del nuevo hombre (1 Co.15:48), hasta llegar a la estatura del varón perfecto, nuestro Señor Jesucristo (Ef.4:13).

No ser juzgados con el Mundo: Al hacer uso del juicio personal, guiados por el Espíritu Santo, somos redargüidos de pecado (Jn.16:8), lo que nos conduce al arrepentimiento y a estar en la voluntad de Dios (2 Co.7:10).

Mantener el Poder de la Salvación, Hch.2:42, 46. Es una oportunidad para gozar de la misericordia de Dios para restauración (1 Co.11:28), por lo que no se debe evitar participar.

 

INSTRUCCIONES EN LA CENA DEL SEÑOR.

En Su Memoria: No se debe acercar a su mesa como un rito (Mt.15:8), sino en memoria de su sacrificio, en su honor (1 Co.11:24-25), anunciando que a través de su muerte, Él pagó la deuda del pecado: pasado (antes de ser cristiano  Ef.2:1-2); presente (por el que ahora nos alcanza siendo cristianos 1 Jn.2:1) y con la expectativa futura de "hasta que Él venga", es decir lleva implícito el anuncio de su resurrección y retorno, porque Él vive (Lc.24:5), produce gozo y alegría a los que han alcanzado el perdón de pecados (1 Co.15:14)

Discernir el Cuerpo del Señor: Es distinguir que lo que se hace, no solamente en una ceremonia física (Lc.22:15), sino un acto con un alto contenido espiritual: es la sustancia del pan, que representa el cuerpo de Cristo (Col.1:18a), al entender que en su cuerpo "Él llevó el castigo de nuestra paz, que fue herido por nuestras transgresiones y que por sus llagas fuimos curados" (Is.53:5).  También es amar al hermano como Él nos ama (Jn.15:12) para no ser culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Co.11:29).

Participar Dignamente: No se habla de ser perfectos para participar (Lc.22:31-32) sino de buscar la perfección de Él (Mt.26:75); es la oportunidad de juzgarse a sí mismo poniéndose a cuentas con Dios (1 Co.11:28), no guiados por el alma, porque ésta se tiende a autojustificar (Lc.12:19), sino por medio del Espíritu Santo, el cual nos guía a toda verdad (Jn.16:13).  Participar dignamente es reconocer la condición de debilidad ante Él y pedirle ayuda para evitar ser juzgados por el mundo y no ser acusados por el diablo (He.4:16).

No por Ritualismo: Cuando  no  se  discierne  el   cuerpo   del Señor se cae en practicarlo como una ceremonia (1 Co.11:20-22), lo cual no se debe hacer porque ha sido advertido específicamente por el Señor a través del Apóstol Pablo.

En la Comunión del Espíritu Santo: La cena fue preparada en un aposento alto (Lc.22:12) figura de la búsqueda de la comunión con Dios (Ex.24:15-16).

Periodicidad (1 Co.11:25b):  La Biblia no indica las veces que se debe participar, ni mínimo ni máximo; sin embargo, indica que se debe hacer constantemente, tomando en cuenta lo que el Señor enseñó para que no se haga un rito.

CONCLUSION


La Cena del Señor, es un banquete, es una fiesta de liberación y bendición preparada para el pueblo de Dios; para ponerse a cuentas y buscar la comunión con Él, por lo que se debe participar solemnemente y a la vez muy gozosos de que se nos haya dado la oportunidad de recibir tal bendición por medio del sacrificio del Señor.

AUTOEVALUACIÓN

1.     ¿Cuáles son las dos ordenanzas que el Señor mandó a que guardásemos?

 

 

 

 

2.     ¿Qué fiesta judía es un ejemplo en el antiguo pacto de la Cena del Señor, y qué significaba para ellos?

 

 

 

3.     ¿Cuáles eran las instrucciones que Dios había dado a través de Moisés para celebrar esta fiesta?

 

 

 

4.     ¿Qué conmemoraba esta fiesta?

 

 

 

5.     ¿Por qué la iglesia de Cristo no celebra la fiesta de la Pascua, como lo hacen los judios?

 

 

 

6.     ¿Qué fiesta mandó Jesucristo a qué celebráramos como participantes de un nuevo pacto, que sustituyó la fiesta de la Pascua y cuál es su significado?

 

 

 

7.     ¿Qué elementos toman parte en la Cena del Señor y qué simbolizan cada uno de ellos?

 

 

 

8.     ¿Quiénes pueden participar de la Cena del Señor?

 

 

 

9.     ¿Cuáles son los propósitos por los cuales se realiza la Cena del Señor?

 

 

 

 

10.    ¿Qué instrucciones debemos seguir para participar de la Cena del Señor?


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